Como otra prueba más del fracaso de la soberanía económica de nuestro país encontramos la estadística de las Importaciones. En cifras reales (base 1997) el nivel de importaciones para el segundo trimestre de 1998 era de 2.846,32 Millones de BsF y once años después, es decir, para el segundo trimestre de 2009 la cantidad de productos que importamos superaba los 5.750 millones de BsF (Base 1997, lo que significa un ascenso desde un 25% a un 42% en la relación Importaciones-PIB para ese mismo período. En otras palabras, hemos visto como en estos últimos once años se han duplicado nuestras importaciones en términos reales, lo que echa al suelo otra de las promesas que se nos hicieron, la de alcanzar nuestra soberanía económica. Tristemente, lo que sucedió fue todo lo contrario, hoy más que nuca dependemos de los productos importados para satisfacer nuestras necesidades como consumidores.
Este fenómeno no tuviese tanta significancia si nuestro nivel de exportaciones hubiese aumentado en la misma proporción, pero esto no ha ocurrido. Para el segundo trimestre de 1998 exportamos 3.078,23 Millones de BsF (Base 1997) y en el mismo trimestre de este año las exportaciones fueron 2.440,64 (Base 1997), una disminución de 21% en los últimos años y en términos reales. Muchos lectores dirán que este hecho es imposible por lo elevado precios petroleros y la gran cantidad de dólares que entraron en años pasados por dichos precios, a ellos les aclaro que las cifras de PIB son cifras reales, en las que la variación de precios no tiene ningún impacto, es decir, lo que interesa es el número y tipo de productos producidos, consumidos, exportados o importados y no su precio. Lo que revela la anterior cifra es que hoy exportamos 21% menos productos de lo que exportábamos once años atrás.
El análisis adecuado de las cifras económicas revela nuestra realidad. Asombrosamente somos un país que, a pesar del discurso y acoso mediático, exporta 21% menos e importa el doble de productos que en 1998 y sólo una variable ha hecho que nuestro PIB haya crecido y es el precio del petróleo, variable manifestada en mayor Gasto Público y más importante aún, mayor Consumo Privado. Todo una paradoja.
Este fenómeno no tuviese tanta significancia si nuestro nivel de exportaciones hubiese aumentado en la misma proporción, pero esto no ha ocurrido. Para el segundo trimestre de 1998 exportamos 3.078,23 Millones de BsF (Base 1997) y en el mismo trimestre de este año las exportaciones fueron 2.440,64 (Base 1997), una disminución de 21% en los últimos años y en términos reales. Muchos lectores dirán que este hecho es imposible por lo elevado precios petroleros y la gran cantidad de dólares que entraron en años pasados por dichos precios, a ellos les aclaro que las cifras de PIB son cifras reales, en las que la variación de precios no tiene ningún impacto, es decir, lo que interesa es el número y tipo de productos producidos, consumidos, exportados o importados y no su precio. Lo que revela la anterior cifra es que hoy exportamos 21% menos productos de lo que exportábamos once años atrás.
El análisis adecuado de las cifras económicas revela nuestra realidad. Asombrosamente somos un país que, a pesar del discurso y acoso mediático, exporta 21% menos e importa el doble de productos que en 1998 y sólo una variable ha hecho que nuestro PIB haya crecido y es el precio del petróleo, variable manifestada en mayor Gasto Público y más importante aún, mayor Consumo Privado. Todo una paradoja.
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