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martes, junio 14, 2011

Precio del petróleo y deuda: Velo para la economía venezolana

Pocos venezolanos dudan de la importancia que tienen los precios del petróleo en la economía venezolana y específicamente en su bienestar personal o empresarial. Intuitivamente sabemos que un alza en los precios del crudo repercutirá en situaciones favorables en el futuro, tanto a nivel de finanzas personales, o para nuestro negocio, o simplemente para mejorar la posibilidad de conseguir un trabajo relativamente estable. Esa sabiduría colectiva ha sido desarrollada por años, pero no sé si como país estemos plenamente conscientes de la dependencia actual que tenemos de los precios del petróleo.

De cada US$ 100 que entran al país, US 95 provienen del crudo, es decir, el ingreso de divisas del país tiene prácticamente una única fuente, así que debemos olvidarnos de la diversidad exportadora y productiva que gobierno tras gobierno nos han prometido. Los esfuerzos de éste y otros gobiernos se han concentrado (gracias a la renta petrolera) en mantener un BsF sobre-valuado (dólar barato) lo que a su vez nos permite tener importaciones "baratas". Esto ha conllevado a que progresivamente los productos foráneos desplacen a los productos nacionales de los anaqueles. Este deplorable escenario fomenta la creación de trabajos en el exterior sacrificando puestos de los distintos agentes productivos internos, los cuales, ni que quisieran, pueden competir con los precios de los productos importados.

Los venezolanos consumimos más, de hecho, desde el punto de vista per cápita consumimos 23% más de lo que hacíamos en 1998. Ese aumento en el consumo se ha transformado en sensación de bienestar y por supuesto en capital político. La gran incógnita se encuentra en la sustentabilidad de este bienestar en el tiempo. ¿Qué pasaría con el consumo si los precios del petróleo bajasen? ¿Cuánto debería crecer el precio del petróleo para poder sostener el esquema de crecimiento económico actual? ¿Es posible crecer en el largo plazo sin la participación decidida de la inversión privada?

Por otro lado, ahora entra en juego una nueva variable: Deuda. A partir de 2006 el aumento de la deuda ha sido impresionante. En este lapso la deuda pública externa de la República pasó de US$ 30.000 millones a US$ 77.000 millones, además el gobierno incurrió en otros pasivos como el crédito chino y también PDVSA (empresa que genera casi la totalidad de las divisas del país) también elevó su deuda hasta US$ 28.000 millones. Ese endeudamiento, en medio de un escenario de elevados precios del petróleo , ha jugado un rol importante en la sobre-valuación del BsF y en la sensación de riqueza y bienestar que hemos experimentado los venezolanos, es decir, en el período 2006-2011 hemos sido beneficiados doblemente por elementos que no requieren mayor esfuerzo productivo: Renta petrolera y deuda.

El asunto crítico yace sobre la alta correlación que existe entre nuestros bonos y los precios de petróleo. Cuando los precios suben, es más fácil la colocación de nuestra deuda ya que los inversionistas aprecian que nuestra capacidad de pago se eleva; pero cuando los precios bajan sucede todo lo contrario. Paradójicamente los mercados internacionales están dispuestos a prestarnos cuando en realidad no lo necesitamos. Esa alta correlación nos hace muy vulnerables ante un descenso en los precios del petróleo, y nos deja también expuestos si dichos precios quedasen estancados, claro, si los precios continúan creciendo esa vulnerabilidad nunca se manifestará en consecuencias negativas, quedaría latente, pero no desaparecerá hasta que realmente corrijamos los males que ha adolecido nuestra economía por décadas: monoproducción, un desarrollo poco robusto de nuestro parque productivo, clase política con mentalidad distributiva y no productiva, etc, etc, etc.

Ciudadanos y empresas deben mantenerse cautelosos sobre el futuro de Venezuela, las cosas podrían cambiar mucho en muy poco tiempo, o también podríamos mantenernos en este sueño por un rato más, pero con la certeza de que en algún momentos tendremos que despertar.

2 comentarios:

Héctor Silvestre Hijo dijo...

Excelente análisis mi estimado! La economía venezolana es similar a un billete de lotería. Sujeta a la suerte de un crudo bien cotizado en los mercados internacionales.

Ese modelo, basado, fundamentalmente en petroleo y deuda, como tu mismo mencionaste, sin dudas, no sera sustentable en el tiempo.

sal gonzales dijo...

muy buen analisys amigo, te digo necesitamos mas gerentes y menos habladores en este pais. Gracias

Sal