Hoy temprano en la mañana escuchaba a diputados de la Asamblea Nacional discutir diferentes argumentos para tratar de justificar una Ley que regule la compra y venta de vehículos en Venezuela. A los dos que pude escuchar les oí un diagnóstico acertado, el mercado está distorsionado, pero al parecer el tratamiento no es el más adecuado, ya que no ataca las causas de la distorsión de ese mercado. A continuación les expondré mi visión sobre el particular.
En el mismísimo ABC Económico del Banco Central de Venezuela podemos encontrar el concepto de la Ley de un solo Precio:
Esta definición nos trae luces para entender el problema del mercado de vehículos. Esta ley nos dice que un mismo activo o bien debe tener un mismo precio, si esto no ocurre se abre lo que se denomina una oportunidad de arbitraje, que no es otra cosa que comprar el bien en el sitio que sea más barato para después venderlo en el que está más caro. Con el tiempo, el precio del bien se encarecerá en el sitio que estaba más barato, ya que aumentará la demanda, y se abaratará en el que estaba más caro porque aumentará la oferta. En el mundo de hoy esas oportunidades de arbitrajes son cada vez menos comunes, y cuando se conseguen son transacciones con pequeño margen de ganancia y de corta duración, a menos que.... el mismo gobierno las mantenga en el tiempo.
La principal causa de distorsión en los mercados de muchos productos en Venezuela tiene su raíz en el control de cambio. El dólar es el principal "bien" que viola la ley de un solo precio, ya que tenemos dos precios notorios en nuestra economía, a pesar de que el gobierno haya tratado inútilmente de ignorar el paralelo. Como el dólar oficial es más barato que el paralelo, las personas, como lo dicta la ley de un solo precio, tratarán de comprar ese dólar para venderlo en el mercado paralelo, ya que ven una oportunidad clara de arbitraje, oportunidad que nunca se cerrará ya que el gobierno se encarga de mantenerla en el tiempo. Esta práctica tiene otras variantes, ya que en muchos casos los dólares no son literalmente comprados en el mercado oficial para venderlos de manera directa en el mercado paralelo; lo que se estila es aprovechar esos dólares para adquirir productos que nos costarían mucho más si los compráramos con el dólar paralelo, por ejemplo, viajes, ropa, repuestos para nuestros carros, etc. Por ello no extraña que todos los venezolanos con tarjeta de crédito y con cupo en CADIVI, traten de gastar hasta el último dólar de éste.
Mientras mayor sea la brecha entre el precio del dólar oficial y el paralelo, mayor la cantidad de distorsiones que encontraremos en el mercado. Es claro, que el dólar oficial está sobrevalorado, esta sobrevaloración hace que los productos importados con ese dólar sean mucho más baratos en el país, es distinto multiplicar por 2,15 que por 6,8. Esa es la pregunta que se hace cualquier ciudadano, ¿cuál es el verdadero valor del dólar? ¿Este valor es representado por el precio que le da un grupo de personas en el gobierno o es el precio que es determinado por muchos participantes en el mercado permuta? Mi humilde visión que es que el valor del $ se acerca más al escenario que cuenta con más participantes. Parece evidente que el mercado de bienes también comparte mi visión, y por ello el precio de muchos bienes en Venezuela son ajustados al movimiento del dólar permuta (algunos alimentos, ropa, repuestos, vehículos, apartamentos). Para muchas personas el precio de los vehículos es mucho mayor que el que artificialmente proviene del ensamblaje de piezas compradas a un dólar risiblemente barato y basados en esa percepción muchos buscaron comprar a toda costa un vehículo ya que sabían que estaban comprando un bien cuyo precio estaba muy por debajo de su verdadero valor. Lo anecdótico es que la consecuencia es la misma que la originada por un control de precio directo: escasez del bien regulado.
A los políticos les hago las siguientes preguntas ¿Cuál es el verdadero precio que debería tener el dólar? ¿tiene algún sentido seguir violando la ley de un solo precio? ¿Creen ustedes que están atacando las verdaderas causas de la distorsión de mercado que ustedes mismos observan?
Públicamente me comprometo a retractarme de todo lo anteriormente expuesto si la ley que aspiran aprobar tiene resultado y como consecuencia tendremos un mercado totalmente abastecido de vehículos a buen precio, que éste llegara a ser lo que una vez fue, un mercado en el que podíamos obtener un vehículo en menos de un mes, y además en el modelo y color que queríamos. (En qué lujo vivíamos antes...)
En el mismísimo ABC Económico del Banco Central de Venezuela podemos encontrar el concepto de la Ley de un solo Precio:
Ley de un Solo Precio. Condición que establece que bienes idénticos transables sin costo deben venderse al mismo precio (expresado en una misma moneda), en los diferentes lugares en que se transen. Su base es el arbitraje de bienes.
Esta definición nos trae luces para entender el problema del mercado de vehículos. Esta ley nos dice que un mismo activo o bien debe tener un mismo precio, si esto no ocurre se abre lo que se denomina una oportunidad de arbitraje, que no es otra cosa que comprar el bien en el sitio que sea más barato para después venderlo en el que está más caro. Con el tiempo, el precio del bien se encarecerá en el sitio que estaba más barato, ya que aumentará la demanda, y se abaratará en el que estaba más caro porque aumentará la oferta. En el mundo de hoy esas oportunidades de arbitrajes son cada vez menos comunes, y cuando se conseguen son transacciones con pequeño margen de ganancia y de corta duración, a menos que.... el mismo gobierno las mantenga en el tiempo.
La principal causa de distorsión en los mercados de muchos productos en Venezuela tiene su raíz en el control de cambio. El dólar es el principal "bien" que viola la ley de un solo precio, ya que tenemos dos precios notorios en nuestra economía, a pesar de que el gobierno haya tratado inútilmente de ignorar el paralelo. Como el dólar oficial es más barato que el paralelo, las personas, como lo dicta la ley de un solo precio, tratarán de comprar ese dólar para venderlo en el mercado paralelo, ya que ven una oportunidad clara de arbitraje, oportunidad que nunca se cerrará ya que el gobierno se encarga de mantenerla en el tiempo. Esta práctica tiene otras variantes, ya que en muchos casos los dólares no son literalmente comprados en el mercado oficial para venderlos de manera directa en el mercado paralelo; lo que se estila es aprovechar esos dólares para adquirir productos que nos costarían mucho más si los compráramos con el dólar paralelo, por ejemplo, viajes, ropa, repuestos para nuestros carros, etc. Por ello no extraña que todos los venezolanos con tarjeta de crédito y con cupo en CADIVI, traten de gastar hasta el último dólar de éste.
Mientras mayor sea la brecha entre el precio del dólar oficial y el paralelo, mayor la cantidad de distorsiones que encontraremos en el mercado. Es claro, que el dólar oficial está sobrevalorado, esta sobrevaloración hace que los productos importados con ese dólar sean mucho más baratos en el país, es distinto multiplicar por 2,15 que por 6,8. Esa es la pregunta que se hace cualquier ciudadano, ¿cuál es el verdadero valor del dólar? ¿Este valor es representado por el precio que le da un grupo de personas en el gobierno o es el precio que es determinado por muchos participantes en el mercado permuta? Mi humilde visión que es que el valor del $ se acerca más al escenario que cuenta con más participantes. Parece evidente que el mercado de bienes también comparte mi visión, y por ello el precio de muchos bienes en Venezuela son ajustados al movimiento del dólar permuta (algunos alimentos, ropa, repuestos, vehículos, apartamentos). Para muchas personas el precio de los vehículos es mucho mayor que el que artificialmente proviene del ensamblaje de piezas compradas a un dólar risiblemente barato y basados en esa percepción muchos buscaron comprar a toda costa un vehículo ya que sabían que estaban comprando un bien cuyo precio estaba muy por debajo de su verdadero valor. Lo anecdótico es que la consecuencia es la misma que la originada por un control de precio directo: escasez del bien regulado.
A los políticos les hago las siguientes preguntas ¿Cuál es el verdadero precio que debería tener el dólar? ¿tiene algún sentido seguir violando la ley de un solo precio? ¿Creen ustedes que están atacando las verdaderas causas de la distorsión de mercado que ustedes mismos observan?
Públicamente me comprometo a retractarme de todo lo anteriormente expuesto si la ley que aspiran aprobar tiene resultado y como consecuencia tendremos un mercado totalmente abastecido de vehículos a buen precio, que éste llegara a ser lo que una vez fue, un mercado en el que podíamos obtener un vehículo en menos de un mes, y además en el modelo y color que queríamos. (En qué lujo vivíamos antes...)
2 comentarios:
querido Henkel, otro excelente post! facil de entender!
voy a pasarlo en un link a algunos de mis amigos en vzla.
Irene
Gracias Irene,
He estado mucho más crítico en los últimos días y trato de pasar mi razonamiento a la audiencia
Saludos
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