Google
 


viernes, enero 21, 2011

Inflación: tres décadas de alza en los precios

Hoy en día muchos venezolanos han vivido su vida entera en un país en el que los precios de bienes y servicios suben constantemente. Década tras década, gobierno tras gobierno hemos presenciado, como en muchos de los años, los precios suben a tasas superiores a las que lo hacen nuestros salarios y eso se traduce en pérdida del poder adquisitivo tanto de sueldos como de nuestros ahorros. Esto ha obligado a los venezolanos a tener patrón particular de ahorro y en la manera que gastamos.

La última vez que tuvimos inflación de un sólo dígito se remonta al año 1985 eso nos puede dar una idea de lo recurrente del alza de los precios en el país. Muchos venezolanos saben, por experiencia propia, lo poco beneficioso que es ahorrar en bolívares, ya que, por lo general, las tasas de ahorro o pasivas están por debajo de las tasas anuales de inflación. Este fenómeno explica, en parte, la propensión al ahorro en divisas que tenemos dentro del país. Simplemente nadie quiere ver como sus ahorros, producto del trabajo arduo y diario, se deteriore por los efectos de la inflación.

Otro comportamiento propio del venezolano tiene que ver con otra propensión: la de gastar y consumir en bienes antes de que estos suban de precios. Las personas que por una u otra razón no pueden ahorrar en moneda extranjera, frecuentemente optan por gastar el dinero de su salario antes de que éste pierda poder de compra, así esos productos adquiridos sean necesarios o no. Eso hace que el venezolano muchas veces sea catalogado como consumista, cuando dicho comportamiento es en realidad un mecanismo de defensa ante la constante y desagradable experiencia de ver en las etiquetas, precios que suben sin cesar.

Los distintos gobiernos han fracasado en sus metas sobre el control de la inflación, es otra de las eternas promesas y que su cumplimiento es parte de la deuda que tienen nuestros dirigentes con los ciudadanos. Hay un aspecto que todos debemos tener en cuenta y el cual representa una de las razones de los niveles de inflación que tenemos: aumentos de salarios por encima de un aumento de la productividad. Es importante para la economía venezolana que cada aumento de salarios mínimos vaya acorde con un alza en los niveles de productividad del venezolano, ese simple aspecto tendría una enorme influencia en la inflación local. De hecho, creo que todos estaríamos de acuerdo en que nos aumentaran sólo un 5% de salario, si la inflación anual para ese escenario fuese 2-3%. Esta hipotética situación nos dejaría con un aumento de nuestro salario real y con una inflación sana de un dígito, como por cierto, la mayoría de los países han logrado.

Lamentablemente es poco lo que podemos hacer los ciudadanos ante el alza de los precios. Quizás ese ámbito de acción podamos reducirlo a dos cosas, uno, seguir defendiéndonos como lo hemos hecho a lo largo de estas décadas, dos, crear y difundir consciencia ciudadana para estar atentos sobre las perjudiciales consecuencias de vivir con inflación y así exigir al gobierno de turno y a instituciones como el Banco Central de Venezuela, su control.

No hay comentarios.: