No puedo ocultar mi preocupación sobre el desenvolvimiento de los diferentes problemas en algunas instituciones financieras, y la cosa parece ir en escalada en vez de contenerse. Lo más triste es que paradójicamente, y a diferencia de lo acontecido en EEUU, es que la mayor parte de nustro sistema financiero se encuentra en buenas condiciones.
La que más me preocupa
El debilitamiento creciente de la confianza de los depositantes es un fenómeno que se esparce de manera viral, de forma exponencial, algo que pareciera ser resultado de nuestro instinto de supervivencia, característica social ampliamente estudiada en la rama conductual de la economía y las finanzas. Para explicarme mejor, imagínense que están en la cola para entrar al Estadio Universitario y ven un grupo importante de personas corriendo en dirección contraria hacia donde te diriges ¿qué haces?. La mayoría de las personas empieza a correr y después se molestarán en preguntar, poco importa si el verdadero motivo valga la pena la carrera que peguemos. Hoy nos encontramos en una situación similar, muchos de nosotros no estamos preguntando si debemos correr o no. El gran peligro de todo lo que está ocurriendo es que muchas de las instituciones sanas podrían verse afectadas, por lo que la situación amerita la actuación coordinada del gobierno y los directivos de las principales instituciones financieras del país.
Por otro lado, uno de los sectores amenazados por el presidente Chavez, las casas de bolsa, podrían sumarse a la lista de las víctimas de esta desafortunada cadena de hechos, ya que la figura de mutuos fue muy mal utilizada, bajo la vista descuidada de la Comisión Nacional de Valores, la cual debió regular y supervisar este mecanismo. Un grupo de casas de bolsa que utilizó esta figura muy probablemente se encuentra insolvente después de las nerviosas corridas sufridas la semana pasada. Ojalá me equivoque, pero no me extrañaría que caigan en un proceso similar al de los bancos intervenidos y liquidados.
¿Qué hacer?
Estamos en presencia de un fenómeno que se extiende, que se retroalimenta y se puede percibir el miedo y la angustia en muchas de las personas en la calle. Las medidas tienen que dirigirse en restaurar la confianza y en limitar el riesgo sistémico actual. Acá algunas de las medidas que propongo.
La que más me preocupa
El debilitamiento creciente de la confianza de los depositantes es un fenómeno que se esparce de manera viral, de forma exponencial, algo que pareciera ser resultado de nuestro instinto de supervivencia, característica social ampliamente estudiada en la rama conductual de la economía y las finanzas. Para explicarme mejor, imagínense que están en la cola para entrar al Estadio Universitario y ven un grupo importante de personas corriendo en dirección contraria hacia donde te diriges ¿qué haces?. La mayoría de las personas empieza a correr y después se molestarán en preguntar, poco importa si el verdadero motivo valga la pena la carrera que peguemos. Hoy nos encontramos en una situación similar, muchos de nosotros no estamos preguntando si debemos correr o no. El gran peligro de todo lo que está ocurriendo es que muchas de las instituciones sanas podrían verse afectadas, por lo que la situación amerita la actuación coordinada del gobierno y los directivos de las principales instituciones financieras del país.
Por otro lado, uno de los sectores amenazados por el presidente Chavez, las casas de bolsa, podrían sumarse a la lista de las víctimas de esta desafortunada cadena de hechos, ya que la figura de mutuos fue muy mal utilizada, bajo la vista descuidada de la Comisión Nacional de Valores, la cual debió regular y supervisar este mecanismo. Un grupo de casas de bolsa que utilizó esta figura muy probablemente se encuentra insolvente después de las nerviosas corridas sufridas la semana pasada. Ojalá me equivoque, pero no me extrañaría que caigan en un proceso similar al de los bancos intervenidos y liquidados.
¿Qué hacer?
Estamos en presencia de un fenómeno que se extiende, que se retroalimenta y se puede percibir el miedo y la angustia en muchas de las personas en la calle. Las medidas tienen que dirigirse en restaurar la confianza y en limitar el riesgo sistémico actual. Acá algunas de las medidas que propongo.
- Coincido con el llamado que algunos dirigentes de oposición realizan sobre el aumento de los fondos garantizados por FOGADE. Los BsF 10.000,00 actuales parecen insuficientes y pueden funcionar como un dañino incentivo a mover fondos a bancos más grandes (liquidando a las instituciones pequeñas) y/o refugiarse en otra moneda, afectando tanto a grande como a pequeños. Debemos recordar que una de las medidas que tomó EEUU fue aumentar esos fondos asegurados o garantizados de $100.000 a $250.000.
- Una revisión cuidadosa de las declaraciones realizadas tanto por personas del gobierno como de los directivos de la instituciones financieras privadas. De ambos lados esta iniciativa se ha seguido, pero ha habido una o dos frases del mismo Presidente de la República que no fueron generadoras de confianza, hasta se podría decir que iban en dirección contraria.
- El Banco Central de Venezuela debe funcionar como prestamista de último recurso, y debe realizar medidas convencionales y no convencionales para atacar la presente situación. No serán medidas que perdurarán en el tiempo, serán medidas extraordinarias con el objetivo de superar la actual coyuntura. El riesgo de contraparte está en aumento en estos momentos y el BCV debe ser la tabla de salvación
- En línea con el punto anterior, el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores deberán trabajar conjuntamente para atacar el problema de los mutuos, y limitar el daño que puedan tener estos en casas de bolsa y sociedades de corretaje. Además, la Comisión debe fijar posición respecto a estos vehículos financieros. En mi opinión deben ser regulados y supervisados atentamente.
- Es importante que haya castigo para las personas que actuaron inapropiadamente en la dirección de las instituciones financieras en problemas. Estoy de acuerdo con la posición del gobierno de no socializar las pérdidas de estas instituciones. Esas pérdidas deben ser asumidas por los accionistas de esas empresas y no por los venezolanos.
Repito que mi opinión es que la actual situación financiera no puede catalogarse como crisis en este momento, y está muy lejos de ser lo que pasó en EEUU recientemente o lo que sufrimos en el año 1994. Sin embargo, creo conveniente la toma de medidas adicionales para seguir sobrellevando los acontecimientos. Considero que es mucho más sano equivocarse por un exceso de medidas que por una falta de ellas.
5 comentarios:
Buenas Noches Henkel, la incertidumbre y el ruido introducido por la conçmbinaciòn de comentarios malsanos, de oficialistas y oposicion, ademas del temor de los ahorristas y la corrida de retiro de los fondos publicos de los bancos esta horadando los pocos bancos financieramente sanos que forman parte del sistema. Considero que ademas de las rivalidades particulares de los actores politicos, por las compras de bancos por parte de testaferros de chacon y sus amigos; el presidente una vez mas juega con una estrategia de jugar a ganador y monopolizar el poder en sus manos, que mejor idea que echar mano del sistema financiero.
Soy trabajador de la banca y la incertidumbre del momento puede ser sumado a las politicas y condiciones macroeconomicas desfavorables la jugada perfecta del rey del monopolio y Capitalismo..Chavez...
BMastrangelo
Bea,
Realmente comprendo el drama... Ojala la racionalidad llegue a ambos bandos politicos...
Muchos saludos
Hola, leyendo sus comentarios. Efectivamente la estrategia la esta completando el Ejecutivo. No existe Socialismo sin utilizar también el brazo financiero. La oportunidad esta muy bien puesta y la esta aprovechando con los otros poderes y la manipulación comunicacional quedando como un héroe salvador.
Toca estar claro y salir a votar en las próximas elecciones para disminuir el peso del poder legislativo actual. Creo que es lo que se puede hacer por ahora como ciudadano.
Pero el plan Socialista se esta ejecutando muy bien y nunca lo ha dejado de exponer.
Saludos,
DC
La lección de la crisis financiera de USA es que ayudando a pocos los efectos son exiguos?
En Venezuela, se está ayudando a muchos al pensar primero en los ahorristas y disciplinando a los banqueros.
Daliana,
Si, el voto y la opinion publica son las herramientas para mostrar nuestra inconformidad ante las politicas que creamos incorrectas o erradas..
William,
Las lecciones pueden aprenderse de los aciertos y tambien de los errores. Como lo mencione en los puntos, las medidas tienen que estar dirigidas a beneficiar a la mayoria de la sociedad y no a los banqueros. En este punto coincido contigo y con Roubini quien decia que hay que tratar de evitar la provatizacion de las ganancias y la socializacion de las perdidas, que fue lo que precisamente hicieron con parte de las medidas de la crisis en EEUU
Saludos y cuídense
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