La cifras de PIB de Venezuela para el tercer trimestre de 2009 no pueden pasar como un saludo a la bandera, deben dejarnos lecciones a todos los venezolanos. Parece claro que las políticas económicas del gobierno no están teniendo el resultado que esperan nuestros dirigentes, y menos aún el que deseamos nosotros, los ciudadanos de a pie. Es increíble que en un país en el que entraron tantos miles de millones de dólares, sí, miles de millones de dólares, no fuimos capaces de aplicar medidas contracíclicas que nos ayudaran a palear la crisis económica mundial.
¿Tiene responsables esta debacle económica? ¿Alguien saldrá al frente y asumir que las políticas económicas no fueron acertadas? No quiero sonar iluso, pero en realidad espero que sí. Hay dos sectores en los que me voy a enfocar y son el sector manufactura y el sector comercio, los cuales sumados representan más de un cuarto del PIB de Venezuela. El sector manufactura decreció 9,2% este trimestre, después de haber retrocedido un 8,3% el trimestre anterior, dos números que preocupan. Este precisamente será el sector más difícil de reactivar ya que las políticas de acoso y acorralamiento del actual gobierno han decantado en una obvia desconfianza sobre el futuro de la actividad en el país, y a esto se suma la carencia de inversiones que debieron ejecutarse para elevar la capacidad productiva del sector. Estos dos aspectos no se logran de la noche a la mañana y nustros dirigentes deberían percatarse de ello para redireccionar las futuras políticas en pro de la reactivación. El sector comercio, por su parte, tiene una caída más pronunciada, -11,5% este trimestre vs 6,8% el trimestre anterior, sin embargo es mucho más fácil de recuperar ya que es probable que una política de expansión del gasto público genere una reacción positiva en el sector. Lo negativo es que su peso en el PIB es inferior al de manufactura, 10,2% vs 15,4%; así que una eventual recuperación del comercio no tendría un impacto tan determinante.
Debemos entender que el sector público no es suficiente para generar un crecimiento económico sustentable, es la participación de todos los actores de la economía lo que puede garantizar tan ambicioso y loable objetivo. La mayor parte del sector privado, que hoy es visto como enemigo, está conformado por emprendedores que aman lo que hacen, que aman a su país y que con la condiciones adecuadas serían capaces de crear riqueza, puestos de empleo y en consecuencia bienestar para toda la nación. Ojalá reflexionemos y que estas inquitudes se queden en la opinión pública por bastante tiempo.
Los dejo con las gráficas de variaciones anualizadas de PIB de algunas de las actividades que conforman el PIB total:
¿Tiene responsables esta debacle económica? ¿Alguien saldrá al frente y asumir que las políticas económicas no fueron acertadas? No quiero sonar iluso, pero en realidad espero que sí. Hay dos sectores en los que me voy a enfocar y son el sector manufactura y el sector comercio, los cuales sumados representan más de un cuarto del PIB de Venezuela. El sector manufactura decreció 9,2% este trimestre, después de haber retrocedido un 8,3% el trimestre anterior, dos números que preocupan. Este precisamente será el sector más difícil de reactivar ya que las políticas de acoso y acorralamiento del actual gobierno han decantado en una obvia desconfianza sobre el futuro de la actividad en el país, y a esto se suma la carencia de inversiones que debieron ejecutarse para elevar la capacidad productiva del sector. Estos dos aspectos no se logran de la noche a la mañana y nustros dirigentes deberían percatarse de ello para redireccionar las futuras políticas en pro de la reactivación. El sector comercio, por su parte, tiene una caída más pronunciada, -11,5% este trimestre vs 6,8% el trimestre anterior, sin embargo es mucho más fácil de recuperar ya que es probable que una política de expansión del gasto público genere una reacción positiva en el sector. Lo negativo es que su peso en el PIB es inferior al de manufactura, 10,2% vs 15,4%; así que una eventual recuperación del comercio no tendría un impacto tan determinante.
Debemos entender que el sector público no es suficiente para generar un crecimiento económico sustentable, es la participación de todos los actores de la economía lo que puede garantizar tan ambicioso y loable objetivo. La mayor parte del sector privado, que hoy es visto como enemigo, está conformado por emprendedores que aman lo que hacen, que aman a su país y que con la condiciones adecuadas serían capaces de crear riqueza, puestos de empleo y en consecuencia bienestar para toda la nación. Ojalá reflexionemos y que estas inquitudes se queden en la opinión pública por bastante tiempo.
Los dejo con las gráficas de variaciones anualizadas de PIB de algunas de las actividades que conforman el PIB total:
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